Hell Week (1)
You have to expect to suffer. You have to almost enjoy suffering. Stan Wawrinka.
Los Navy SEALs son el cuerpo de élite de la marina de los Estados Unidos. En sus orígenes un comando anfibio, la unidad coordina todo tipo de misiones en todo tipo de terrenos. Desde crisis de rehenes con piratas somalís hasta incursiones terrestres en cuevas talibanes. Kennedy los desplegó en la selva de Vietnam y Reagan en la caribeña isla de Granada. Hace 10 años, en la ciudad pakistaní de Abbottabad, el SEAL Robert O'Neill, promoción 208, disparó con bala en el ojo izquierdo de Osama bin Laden.
Un SEAL combate por tierra, mar y aire. Entrar en el cuerpo no es tarea fácil. Todos los candidatos deben completar la famosa fase BUD/S (Basic Underwater Demolition/SEAL) en la base naval de Coronado, San Diego. 24 semanas de entrenamiento en las que se testará su condición física y, requisito indispensable, su perfecta competencia debajo del agua. Quienes superen el test, afrontarán 26 nuevas semanas entre California y Alaska, con ejercicios de paracaídismo y operaciones con fuego real, en las que perfeccionar, milimétricamente, una estrategia de ataque.
En la tercera semana de la fase BUD/S empieza la temida Hell Week. La prueba de resistencia definitiva. 5 noches y 5 días. De forma ininterrumpida. Desde el atardecer del domingo hasta la tarde del viernes. Durmiendo un total de 4 horas. 0 en los primeros 2 días. 30 kilómetros a nado, en aguas abiertas, y 320 kilómetros corriendo. Un brutal desafío, con peligrosas maniobras a bordo de un bote neumático, en las frías aguas del Pacífico. Durante la noche del miércoles, alrededor de una hoguera, se les permite descansar unos minutos, antes de empezar la enésima maratón en la arena.
En la guerra, los soldados siguen órdenes. Mediante el agotamiento y la privación del sueño se valida su funcionalidad bajo condiciones extremas, se identifica quien se mantiene operativo con un principio de hipotermia. En territorio hostil, no existe margen de error, un momento de flaqueza o una distracción puede costar la vida del pelotón. Es por ese motivo que los instructores no mostrarán compasión. Mad Max, el sargento de hierro, lanza improperios en el circuito de obstáculos. Su intención no es humillar, solo eliminar a los débiles. Llevando las tropas al límite, descubrirá quienes están preparados para la guerra. Y quienes darán soporte logístico. Las interminables jornadas, con el foco en la camaradería y la priorización del colectivo, filtran al combatiente total, dispuesto a sacrificarse (dar su vida) por uno de sus compañeros.
Basic Underwater Demolition/SEAL
Estratégicamente situada en el patio central del cuartel, encontraremos una campana. Si uno quiere abandonar, basta con hacerla sonar. Todos los SEALs, ya graduados, soñaron con ella. No importa el grado de determinación, esa idea pasó por su cabeza. Acabar de una vez por todas con el fútil sufrimiento y empezar una nueva vida, cómoda y tranquila, con 14 pagas y una casita para el perro. La campana es la salida fácil en un camino de dolor. Ya no necesitas un sentido, si puedes vivir sin objetivos.
La Hell Week no es una prueba física, es una prueba mental. El principal enemigo eres tú. En medio de la noche, con una temperatura de 5 grados y cubierto de barro, lo que te hunde no es el frío que estás sintiendo, sino pensar en el frío que sentirás.
Sobrevive quien gestiona esa expectativa.
El programa destapa quién eres y qué quieres. La mayoría, lógicamente, abandona durante las primeras horas, con tan solo imaginarse la oscura noche en Coronado. Y decepcionados, pero con la consciencia tranquila, se dibuja en su rostro una sonrisa, con la felicidad de quien ha descubierto un secreto: no hay de qué avergonzarse, no estoy preparado. Algunos titanes, en cambio, dominarán ese instinto, alcanzando un estado superior de la consciencia. Movidos por una fuerza interior, ya no sentirán el cansancio ni el frío: nacieron para entrar en los SEAL y, ante esa revelación, no existe sufrimiento que pueda impedirlo. Ellos contemplarán el amanecer del sexto día.
Solo el 10% supera la prueba.
Su lema: It pays to be a winner.
Joan Tubau — Cardinal
La segunda parte de este artículo saldrá publicada el sábado 24 de octubre.
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Imagen: Skeeze | https://pixabay.com/photos/parachute-training-parachuting-929132