Kairos
El azar favorece a los espíritus preparados. Louis Pasteur.
Los antiguos griegos utilizaban dos palabras para referirse al concepto del tiempo.
Cronos, que significa avance mecánico. Y kairos, que significa momento oportuno.
Los griegos, que eran sabios, entendieron la importancia del kairos. Gestionar esa suerte forma parte de todo plan de carrera. Mis aciertos no fueron tanto por excelencia en la ejecución, más una cuestión de actuar en el timing correcto.
Funciona por instinto. No puedo darte unas instrucciones. Sí compartir algunas ideas.
1. Sé dueño de tu destino
No quieres depender del azar. Quieres controlarlo. Imagina que empieza una crisis, algo que no pudiste prever, justo cuando finalizas tu grado. Mi única recomendación pasa por atacar el problema de frente. A la práctica: buscarte la vida en Londres, no estudiar un máster cerca de casa. En el primer escenario peleas, de forma activa, por una solución mientras que en el segundo solo esperas que finalice un evento, estás comprando tiempo. Posiciónate allí donde tú tomes las decisiones, llevándote una cura de humildad, tuyos serán los errores. En este arduo camino ganarás la ventaja competitiva: habiendo forjado un carácter en la adversidad no temerás el sufrimiento.
2. Identifica los tiempos de la negociación
Estamos influenciados por las circunstancias que nos rodean. Las mismas palabras producen un efecto contrario en función del contexto. El arte es saber cuándo y dónde pronunciarlas. Estudia el entorno para formular la propuesta que facilite el sí. Algunas compañías liquidan presupuesto a finales de año; gastarán dinero en noviembre pero no en febrero. Una estrategia inteligente pasa por regalarte cierta flexibilidad. Si intuyes que el comprador no se ha levantado de buen humor pospón la transacción para un futuro encuentro. Tu primer objetivo no es el de cerrar el trato sino el de mantener opciones abiertas. Jugando mañana con mejores cartas, inténtalo de nuevo.
3. Espera sentado tu oportunidad
Saben todos los comerciales que uno gana poder cuando no necesita el acuerdo. La falta de paciencia suele causar malentendidos, no es aconsejable acelerar el cortejo. Incluso con una buena lectura, ir demasiado pronto es error recurrente. No lo fuerces, el riesgo de fijar un deadline es que pierdes el control del tempo. ¿Puedes esperar 3 meses? Si el reloj corre a tu favor es más probable que tomes la decisión acertada. Garantízate, por tanto, una posición de opcionalidad, operando allí donde ocurran las cosas, sin sentir la presión de los resultados. Twitter es un bonito ejemplo. No sabes quién leerá tus tuits pero, publicando contenido, generas futuras opciones de éxito.
4. Esté preparado cuando llegue el momento
Las oportunidades son raras. Cuando encuentres una deja todo lo que estés haciendo. Kairos implica estar listo, la ventana de acción es pequeña, nunca sabes cuándo llamarán a la puerta. No entrenas para alcanzar un objetivo definido, entrenas para aprovechar oportunidades que todavía no existen. La incertidumbre puede trabajarse a dos niveles: identificando la jugada y ejecutando el movimiento. En el primer nivel lo mejor que puedes hacer es leer libros y hablar con la gente. Sabrás interpretar la situación (¡identificar la oportunidad!) dándote nuevas referencias. En el segundo, la ejecución, es todo determinación. Para ir a Londres sin oferta hay que echarle huevos.
Joan Tubau — Cardinal
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Imagen: Kairos, Francesco Salviati