Corazonadas (1)
Solo el autodidacta es libre. Nassim Nicholas Taleb.
Susurros del corazón abrió el debate de Cardinal Club.
El talento inexplorado es el tema central de la película.
Shizuku, una inquieta adolescente, busca su lugar en el complejo mundo de los adultos. Ella solo sabe que le gusta escribir, pero no está convencida que tenga suficiente talento para ganarse la vida haciéndolo. El artista no tiene un camino fácil en la rígida economía japonesa. Las clases no despiertan su interés así que invierte el tiempo leyendo novelas. A medida que se acerca el momento de escoger una profesión, incapaz de comprometerse, decide perder las tardes entre libros de la biblioteca.
Todo lo que necesitas es una señal
Al principio de la película, Shizuku se cruza con un divertido gato. Ella tiene una tarea que realizar, encargo de sus padres, pero decide posponerla para perseguir al animal. Una decisión, a ojos del adulto, poco responsable. Siguiendo al felino cruza jardines privados y sube colinas empinadas, perdiéndose por un extraño vecindario, entrando finalmente a una misteriosa tienda de antigüedades. Allí conoce a Shiro, viejo comerciante, que jugará el rol de mentor literario. Susurros del corazón, el título de la película, hace referencia a la voz interior, al instinto que lleva al descubrimiento, a la curiosidad, de la mente abierta, que destapa nuevas encrucijadas. Mimi wo sumaseba, el nombre en japonés, resulta más ilustrativo: Si escuchas con atención.
En la escena de la persecución solo un niño reacciona a la presencia del gato. Los adultos se mueven con prisas, ajetreados en autoimpuestas obligaciones sociales, impasibles a la magia. Shizuku no ha caído (todavía) en la trampa y, con mentalidad de aventurera, descubre por accidente el lugar secreto. Me gusta el mensaje de Miyazaki: la tienda estaba allí, abierta al público, con el afable Shiro dispuesto a contarte lecciones vitales, verdadera información privilegiada. El reto era encontrarla.
La falacia narrativa
No necesitas un plan.
Los genios nunca lo tuvieron. Hallarás patrones de comportamiento (la constancia en el trabajo y la valentía de corregir sobre la marcha) pero no una secuencia detallada desde la que alcanzar una meta. No sabían lo que hacían. Tampoco podrían explicártelo. En las empresas, los planes estratégicos, limitan el ángulo de visión y reducen la serendipia, eliminando futuras opciones de éxito. El error de muchos, directivos y estudiantes, es el utilitarismo: decidir qué hacer en función de resultados directos y observables. Las buenas oportunidades se esconden en las consecuencias de las consecuencias, en escenarios imprevistos, efectos de segundo y tercer orden, fuera del cálculo de probabilidades. Paradójicamente, quien intente tenerlo todo bajo control, vivirá hoy en la mayor incertidumbre, expuesto a cisnes negros negativos.
Quieres accidentes positivos, experimentos controlados con una pequeña posibilidad de desatar el caos. No recuerdo por qué empecé Guts & Glory (no soy especial) pero escribiendo sobre Mourinho estructuré mi pensamiento y forjé mi primera marca. Solo mirando hacia atrás esa acción cobra sentido. No lo tenía cuando recibía 10 visitas por entrada. Si todo lo hiciéramos buscando la ganancia, no emprenderíamos acciones únicas y diferenciales, como leer una novela francesa, cursar un MOOC de astronomía o viajar en tren por la estepa siberiana. O, la estrategia de Shizuku, perseguir a un felino por irreconocibles calles. Todas ellas decisiones con una utilidad negativa, según los números del ejecutivo maximizador, suscrito a McKinsey Quarterly. Quizá es por eso, su incapacidad de mover sin un porqué, que no es feliz el MBA de Harvard.
Shizuku no pudo planear el encuentro con Shiro. Todo lo que hizo fue darse libertad para explorar, incrementando así su grado de opcionalidad. Estuvo alerta a las señales (¡ojos abiertos!) y se preparó obsesivamente (¡leyendo libros!) para una oportunidad ex-ante desconocida. En un mundo que no entendía, esa era la única estrategia válida.
Mantener viva la curiosidad te dará una ventaja.
Pase lo que pase, persigue al gato.
Joan Tubau — Cardinal
La segunda parte de este artículo saldrá publicada el sábado 14 de noviembre.