Futuro por defecto
Mañana empieza una nueva edición de los programas Cardinal & Cardinal X.
Cardinal quiere romper con el futuro por defecto.
Caso práctico: Te gradúas con buena nota de la universidad. Aceptas la primera oferta de la primera empresa que viene a buscarte. No te apasiona el puesto pero pagan bien. Cumples diligentemente y recibes una promoción. No quieres más responsabilidad, pero, ¿cómo vas a rechazarla? Te gastas el dinero en un buen coche, aunque poco puedes disfrutarlo. Inviertes el resto en señalizar estatus. Tus círculos consideran que eres persona de bien. Tú, sin embargo, sabes que algo no funciona. ¿Serás feliz cuando llegues a socio? No puedes meditarlo. Tienes una reunión urgente. Regresas al trabajo.
En esto consiste el futuro por defecto, dejar que las circunstancias decidan por ti, vivir la vida en piloto automático. No es nuevo, ya preocupaba a Garci en Las verdes praderas.
¿Quiero hacer lo que estoy haciendo?
No es fácil romper un equilibrio dado. Los humanos operamos siguiendo programas primitivos, no siempre adaptados al entorno. A menudo mantenemos por inercia una decisión anterior, por miedo a equivocarnos. Minimizamos arrepentimiento, no maximizamos felicidad. La paradoja es que, no moviendo, también estamos también decidiendo. Tim Harford, periodista del Financial Times, encontraba este curioso ejemplo con los exámenes tipo test. Una vez hemos marcado una opción, preferimos no tocarla. El mayor peligro es la inacción. Esta bien podría ser otra frase homeopática Mr. Wonderful pero hay algo de verdad en ella. Pregúntale a un abuelo centenario cuál ha sido su mayor error. Responderá en negativo: no haber dicho esto, no haber hecho aquello. (Excluyendo de la muestra a los que terminaron en prisión.) Tú todavía tienes margen de maniobra. Pero no te relajes, que el tiempo pasa rápido.
Medidas efectivas contra el futuro por defecto:
Reivindica tu autonomía. Si crees que tus acciones cambian tu vida, tus acciones [en cierto grado] cambiarán tu vida.
Piensa vía negativa. Aunque no sepas qué quieres, sí tienes claro qué no quieres. Actúa en consecuencia.
Ignora el coste hundido. No sobreanalices, si es un coste irrecuperable no lo tengas en cuenta.
Controla tu ego. ¿Estás condicionado por la historia que te cuentas delante del espejo? La validación social no es factor relevante.
Decide conscientemente. Analiza qué decisiones tomaste por inercia y asegúrate que seas tú quien decide.
Sabemos, gracias a la neurociencia (Haynes, 2008), que la preferencia emerge una vez la decisión ha sido tomada. «¿Pizza o pasta?» Respondes pizza y a los 5 segundos te das cuenta que preferías pasta. Nos pasa a todos. No te preocupes. Lo interesante es conocer qué harás después... ¿cambiarás de nuevo?
Cardinal empieza mañana lunes 8 de enero.
Inscríbete con un descuento de 60 y 40 euros con los cupones ENE24C9 (Cardinal) y ENE24X3 (Cardinal X). Compara los dos programas para decidir con cuál quedarte.
Si tienes cualquier duda, escríbenos a: info@joincardinal.com